Hace días que estoy con la extraña sensación de que estoy logrando asimilar mis procesos y reconocer el lugar donde están las cosas, que, como dije antes, si bien no están en mi lugar favorito, están en el lugar correcto. En realidad meses. Creo que pasa un poco por dejar de evitarse a sí mismo y darse espacios.
Estoy dejando a gente de lado, lo sé. Me estoy encerrando, también lo sé. Pero es que mientras más sola estoy menos quiero estar con gente. Me agoto un poco.
El fin de semana fue una barbaridad... cero equilibrio, felicidades, penas y rabias todas juntas haciendo fiesta. No puedo sacar cálculos de que es lo que primó, pero definitivamente me dejó exhausta emocionalmente.
Creo que en realidad, lo que estoy dejando salir o encontrar su lugar son mis rabias. Rabias de no darme espacios, de dar mucho por quienes no dan. De sentirme luego usada, dejada de lado, un poquito acabada. Probablemente de ahí el encierro.
Hay cosas que me duelen aún. Pero lo que más me dolió hoy fue dejarte a ti, A., prácticamente hablando sola y sin prestarte atención. Luego, obviamente, me sentí mal por sentirme mal por algo así. En fin, es un círculo vicioso.
Cuento con que alguna vez se corte.